jueves, 3 de febrero de 2011

TOC: raros e incomprendidos

Por interesante reproduzco este artículo escrito por: hirimotu2 el 24 Ene 2009 y publicado en el BLOGG -
 Zanganeando por otras esquinas


Son esclavos de rarezas, manías, conductas repetitivas e ideas fijas. Mantienen unas relaciones de convivencia difíciles y sufren la incomprensión de su entorno. Son esos tipos raros, a menudo no diagnosticados, que padecen un trastorno mental conocido como obsesivo-compulsivo

Les aterra contaminarse por gérmenes al tocar cualquier cosa. Dudan constantemente de si han apagado el gas o la luz y si han cerrado los grifos y la puerta de casa. Les asaltan pensamientos que ellos consideran prohibidos, sobre todo relacionados con la sexualidad y lo religioso. Temen de modo exagerado la pérdida súbita del autocontrol o el impulso irrefrenable de agresiones injustificadas, sobre todo verbales, hacia los demás.
Éstas son algunas de las obsesiones que más frecuentemente torturan a las personas que padecen el trastorno obsesivo-compulsivo. Tienen su correspondencia con ciertos rituales que esclavizan sus vidas. Se trata de una enfermedad mental (interpretada magistralmente por Jack Nickolson en Mejor, imposible) que ha registrado un notable aumento en los últimos años, entre otras razones porque se dispone de más conocimientos y medios diagnósticos. “Pero es justo considerar que vivimos en una sociedad que sirve de caldo de cultivo a este trastorno al sobrevalorar los ideales de la ética protestante, como alcanzar el éxito y el triunfo en esta vida. Ahora se ensalzan la escrupulosidad, el perfeccionismo y la entrega al trabajo duro”, aclara el doctor Francisco Alonso-Fernández, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de honor de la Sociedad Europea de Psiquiatría Social. Si hasta hace poco más de dos décadas el trastorno obsesivo-compulsivo tan sólo afectaba a una de cada 10.000 personas, los estudios desarrollados en los años ochenta por Myers y Robins demuestran que actualmente tiene una prevalencia de hasta el 3% de la población general. La enfermedad suele estar infradiagnosticada, excepto en sus formas más graves. Los expertos aclaran que los pacientes son tildados de raros, extravagantes e insoportables. Además de sus manías continuas e incomprensibles para los demás, a menudo se comportan de un modo desabrido, maleducado y desagradable. Construyen así un escudo para proteger la vulnerabilidad de sus sentimientos, miedos e inseguridades, con el que únicamente consiguen el rechazo de su entorno. “A veces les asaltan ideas mágicas y de tipo supersticioso, como no pisar determinadas baldosas o ir siempre por la calle por el lado interior o exterior de la acera. Los más religiosos se ven invadidos por terribles sentimientos de culpa si han tenido algún pensamiento que consideran prohibido en relación con el sexo y lo sagrado. Todo ello les genera una gran carga de ansiedad y algunos incluso se sumergen en una depresión, que también debe ser tratada. Generalmente no son violentos ni peligrosos”, comenta el doctor Eduardo García Camba, jefe del servicio de Psiquiatría del hospital de la Princesa de Madrid. La prevalencia de dicho trastorno, según este especialista, es levemente superior en las mujeres y tiende a exacerbarse en este grupo de población cuando descienden los niveles de estrógenos (en el periodo premenstrual y durante el embarazo). En el sexo femenino suele debutar a partir de los 20 años, precedido generalmente por acontecimientos vitales desfavorables, y se manifiesta en crisis episódicas de variable intensidad. En los hombres suele aparecer más precozmente, de forma menos acusada y manteniendo un curso continuo. Entre las posibles causas, se observa un déficit de serotonina y una hiperactividad de dopamina, dos neurotransmisores directamente implicados en este tipo de trastorno. También se pueden hallar, mediante técnicas de diagnóstico por imagen, alteraciones en la comunicación entre la corteza orbitaria –situada en la parte frontal del cerebro– y los ganglios basales, que son estructuras más profundas. Tratamientos para una vida normal. El hospital público Ramón y Cajal de Madrid cuenta con un programa monográfico de acceso libre a pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo (número de teléfono para solicitar cita: 913 36 83 92). El doctor Jerónimo Saiz, jefe del servicio de Psiquiatría del centro, insiste en que este mal “está bastante infradiagnosticado, es incomprendido y genera mucho sufrimiento, tanto en el propio paciente como en sus familiares, amigos y cualquier tipo de relación social”. Este experto, en colaboración con un grupo de psiquiatras, ha fundado la asociación TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo; www.asociaciontoc.org). En palabras de Saiz, los actuales tratamientos farmacológicos y de psicoterapia están dando resultados muy satisfactorios. El doctor Rafael García de Sola, jefe del servicio de Neurocirugía de La Princesa, ha sido pionero en España en tratar desde hace dos años varios casos con un tipo de psicocirugía menos cruenta, publicados en Revista de Neurología. “Demuestran una clara evidencia científica de mejora en los pacientes”. En todo el mundo se han practicado, por el momento, pocas operaciones de este tipo. En breve empezarán a acometerse en otros centros españoles, como el Ramón y Cajal, de Madrid, y el hospital de Bellvitge, de Barcelona. Síntomas y consecuencias Según el doctor Francisco Alonso-Fernández, pueden establecerse tres tipos de conductas en el trastorno obsesivo-compulsivo: el lavado constante de manos y el miedo a ser contaminados o a contraer una enfermedad infecto-contagiosa, la comprobación y verificación continua de ciertos actos, y la precisión, lentitud y parsimonia en multitud de rituales. Suelen ser muy reservados con relación a su problema y esperan una media de siete años y medio antes de solicitar ayuda médica. Sufren en silencio la enfermedad, implicando en sus rarezas y conductas incomprendidas a los más próximos a su entorno. “A veces les asaltan ideas mágicas y de tipo supersticioso, como no pisar determinadas baldosas o ir siempre por la calle por el lado interior o exterior de la acera. Los más religiosos se ven invadidos por terribles sentimientos de culpa si han tenido algún pensamiento que consideran prohibido en relación con el sexo y lo sagrado. Todo ello les genera una gran carga de ansiedad, y algunos incluso se sumergen en una depresión, que también debe ser tratada. Generalmente no son violentos ni peligrosos”, concluye el doctor Eduardo García Camba, jefe del servicio de psiquiatría del hospital de la Princesa, de Madrid.

lunes, 17 de enero de 2011

LA ANSIEDAD TE RODEA

Llevo tres días consumiendo ansiolíticos a todo tren, para poder soportar la situación.
Entre los rezos, los “NOOOOOO”,  mirar las cosas dos mil veces, -acompáñame al baño a hacer pis o a lavarse los dientes o a mirarme como me seco la cabeza, o a ver como limpio la habitación del niño, que tiene 25 años, por si lo hago bien, o por si hago algo mal y le puede pasar algo, mi estado de ansiedad aumenta, aunque tome el esertia, valdoxan y orfidales cuando esta aprieta, la angustia no desaparece.

–Acompáñame a la cama-, esa frase pone mi ansiedad a tope. Porque eso es, acompañarla en todos sus ritos durante media hora, pero es que si no lo haces, empieza con ellos y no los acaba nunca, y pueden pasar dos horas, y va de un lado al otro de la casa, a lavarse las manos cada vez que toca algo, en el fondo hace mas kilómetros en un día por la casa que Xavi Alonso en un partido de futbol.
Qué solución hay para esto, los psicólogos lo creen fácil, “hay que hacerle comprender que tú no puedes estar ahí siempre”, “es malo acompañarle”, ¡cojones!, pero hay que vivirlo, hay que ver su cara transformándose en una máscara de sufrimiento, hay que ver que ya no es una mujer de 54, sino que se ha convertido en una persona sin poder de decisión, totalmente anulada, no sé si por la enfermedad o por los fármacos o una mezcla de los dos. ¿Qué hacer?

XAN KARALLAS
17/01/2011

jueves, 13 de enero de 2011

COMO CONVIVIR CON UN TOC

¿Qué tu mujer tiene TOC?, y eso, ¿Qué es?. La pregunta del millón. Ahora mismo, después de mas de 15 años diagnosticado y, creo que, mas de 30 padeciéndolo, aún en un estadío inicial, creo que yo todavía no lo tengo claro, que si un trastorno depresivo ansioso, y como consecuencia el TOC, si una Neurosis Obsesiva, me pierdo en la verborrea técnica, lo que tengo claro es que son muchos años conviviendo con ella y todavía no se que hacer en la mayoría de los casos, me enfado, paso de ella o colaboro en sus ritos, que es lo que hago cuando la pena de verla asi me supera, etc…
Si nos vamos a wikipedia y ponemos la entrada TOC (TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO), nos dice entre otras, “..un trastorno perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad (como la agorafobia, la fobia social, etc). Y mas adelante, “…Una persona con T.O.C. se da cuenta de que tiene un problema. Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta. Los pacientes suelen sentirse culpables de su conducta anormal y sus familiares pueden enfadarse con ellos porque no son capaces de controlar sus compulsiones. Otras veces, en su deseo de ayudarles, pueden aparentar que los síntomas no existen, justificarlos o, incluso, colaborar en sus rituales (acción que se considera contraproducente)”. Despues se comenta que es una de las 20 enfermedades mas discapacitantes según la OMS.
Si teneis tiempo de leer todo lo que cuenta la Wikipedia, o cualquier página de las que hay cientos en Internet empezareis a daros cuenta de lo que significa el TOC, pero a que os queda algo colgando, algo que no os queda claro del todo.
Mi esposa tiene obsesiones con la contaminación de las cosas, si pones un bote a Ajax Pino a 1 mt de un plato de  pescado recién hecho puede estar contaminando la comida, si alguien estornuda en la calle, aunque sea en la acera de enfrente, tiene que limpiarse con papeles toda la ropa por si la contamina y eso no es lo peor, también te limpia a ti si vas con ella, inspecciona todo de manera obsesiva, la puertas, las ventanas, la caldera de la calefacción, los grifos, los cierres de la nevera, etc. Realiza estas acciones de forma repetitiva. Tiene que tener las cosas en un sitio determinado y en un orden determinado, y que las puertas, cuando están abiertas se queden en un angulo determinado. Acumula documentos, facturas, tickets de compra del supermercado, participaciones de lotería de hace 5 años, según ella tiene ideas catastróficas sobre lo que puede pasar a alguien de la familia  o si ha dicho algo que nos pueda perjudicar, para eso realiza unos ritos en voz alta, que nadie entiende, que parecen jaculatorias, y lo peor es que se atormenta, que sufre, que a veces estas obsesiones le hacen gritar un “NO” que cuando te coje desprevenido te hiela la sangre. Se acuerda de aquel niño que vio en televisión hace dos años con leucemia, y piensa que ella ha dicho algo para que no se cure, etccc. Y todos estos síntomas son a diario. Así que no puede llevar una vida normal.
Los que convivimos con ella, a pesar de los años, no sabemos como comportarnos; si ser duros, enfadarnos, no hacerle caso, seguirle en sus historias; que es lo mejor o lo peor. Lo malo de todo esto es que han pasado tantos años que exteriormente empiezas a convivir con la enfermedad como si fuera normal, pero te va minando poco a poco, yo mismamente me estoy tratando de un trastorno ansioso depresivo y según la psiquiatra todo me viene de ahi.
Mi intención con este blog, es ir volcando periodicamente lo que me voy encontrando y como se siente ella y como nos sentimos los demas que la rodeamos. Perdón si mi estilo no es el más correcto, y agradecería cualquier colaboración que nos pueda ayudar a todos a encontrar el camino.

XAN CARALLAS.
13/01/2011