lunes, 17 de enero de 2011

LA ANSIEDAD TE RODEA

Llevo tres días consumiendo ansiolíticos a todo tren, para poder soportar la situación.
Entre los rezos, los “NOOOOOO”,  mirar las cosas dos mil veces, -acompáñame al baño a hacer pis o a lavarse los dientes o a mirarme como me seco la cabeza, o a ver como limpio la habitación del niño, que tiene 25 años, por si lo hago bien, o por si hago algo mal y le puede pasar algo, mi estado de ansiedad aumenta, aunque tome el esertia, valdoxan y orfidales cuando esta aprieta, la angustia no desaparece.

–Acompáñame a la cama-, esa frase pone mi ansiedad a tope. Porque eso es, acompañarla en todos sus ritos durante media hora, pero es que si no lo haces, empieza con ellos y no los acaba nunca, y pueden pasar dos horas, y va de un lado al otro de la casa, a lavarse las manos cada vez que toca algo, en el fondo hace mas kilómetros en un día por la casa que Xavi Alonso en un partido de futbol.
Qué solución hay para esto, los psicólogos lo creen fácil, “hay que hacerle comprender que tú no puedes estar ahí siempre”, “es malo acompañarle”, ¡cojones!, pero hay que vivirlo, hay que ver su cara transformándose en una máscara de sufrimiento, hay que ver que ya no es una mujer de 54, sino que se ha convertido en una persona sin poder de decisión, totalmente anulada, no sé si por la enfermedad o por los fármacos o una mezcla de los dos. ¿Qué hacer?

XAN KARALLAS
17/01/2011

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